
El café podría prolongar su vida incluso si no tolera la cafeína
Nueva evidencia sugiere que el café podría prolongar su vida.
Nueva evidencia, publicada el 2 de julio del presente año, se suma a la gran cantidad de investigaciones recientes realizadas en los últimos cinco años que sugieren que el café podría, de hecho, prolongar su vida.
Por supuesto que, con tantos consumidores de café en todo el mundo, tales investigaciones suelen ser noticia principal en los medios, los que últimamente han estado plagados de encabezados sobre salud y café por dos razones: 1) en realidad, están publicándose más investigaciones acerca de los potenciales beneficios del café para la salud y su relación con la mortalidad, y 2) el reciente fallo sobre la Propuesta 65 de California provocó una gran reacción negativa por parte de la industria del café, e incluso por parte de la comunidad del cuidado de la salud, lo que llegó a ocupar titulares por todo el país.
Sin embargo, el estudio del 2 de Julio, publicado en JAMA Internal Medicine, hace un importante aporte en la materia tanto en términos de alcance como de enfoque. Para empezar, el estudio involucró a medio millón de personas del Biobanco del Reino Unido, un estudio poblacional de 10 años, desde 2006 hasta 2016. Los voluntarios del estudio oscilaban entre los 38 y los 73 años de edad, con una edad media de 57 años. Durante ese periodo de 10 años, se registraron los hábitos de consumo de café, los datos completos de consumo de tabaco y las tasas de mortalidad de todos los participantes.
A partir de esa enorme muestra, el estudio descubrió que beber café tenía una marcada correlación inversa con el índice de mortalidad, lo que significa que menos participantes que consumían café de manera regular murieron durante el periodo de estudio.
La segunda forma en la que el estudio profundiza en investigaciones pasadas de forma relevante consiste en que tomó en consideración la incidencia de mortalidad respecto a las diferencias genéticas en la metabolización de la cafeína de los participantes. Además, se tuvo en cuenta una gran gama de hábitos de consumo de bebidas, desde sin cafeína hasta ocho tazas de café al día, lo que también permitió explorar las relaciones con el café descafeinado y el instantáneo.
En general, el estudio encontró una reducción del 12% en el riesgo de todas, o algunas de, las causas de mortalidad durante ese periodo de 10 años. Esta misma relación inversa se descubrió con el café descafeinado e instantáneo.
Desde la perspectiva del consumidor, es una situación en la que todos los que beben café ganan, incluso aquellos que beben café descafeinado todo el día, o parte de él, debido a su sensibilidad a la cafeína.
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